SARA ... LA DIVINA SARA

Fue si no la mujer más bella de su época, si la más anhelada por miles y miles de hombres y quizá mujeres en el mundo. Al igual que en las grandes divas de la actualidad, se tejían muchos mitos alrededor de ella, algunos no tanto, como el que viajaba y dormía en un ataúd, por lo que la llegaron a relacionar con el mito de la mujer vampiro. Por otro lado su vida amorosa siempre se vio vista en el escándalo, relacionada con grandes aristócratas y jóvenes gígolos, incluso a uno de ellos lo transformó en actor y le acompañaba en sus giras actuado como su galán, pero desafortunadamente solo era un hombre hermoso y adicto al opio.

La "Divina Sara", cuyo verdadero nombre era Rosine Bernhardt, nació el 23 de octubre de 1844. Su madre, tía y su hermana eran prostitutas finas y tenían una casa muy conocida, fué hija de un aristócrata con quien su madre tuvo algo más que simples tratos "comerciales", Cursó sus estudios primarios en un convento y posteriormente, ingresó al Conservatorio de París.
En 1862 se presentó en la Comédie Franáaise, de donde pasó sucesivamente al Gymnase, a la Porte-Saint-Martin y al Théatre de le Odeón, donde en 1869 se reveló como una genial artista en la interpretación de "Le Passant" (El transeúnte). En 1872 volvió a la Comédie Franáaise, y debido a su temperamento lírico, el encanto de su voz, la pureza de su dicción y la fuerza dramática de sus interpretaciones, se colocó en primer lugar de la escena francesa.

Bernhardt, es recordada por su actuación en obras como "Ruy Blas" (1872), "Fedra" (1874) y "Hernani" (1877). En 1879 comenzó a viajar con su propia compañía, y actuó de manera regular en Nueva York, en Londres y en diversos lugares del mundo.

En París dirigió varios teatros, fue la propietaria de algunos, entre ellos el Théatre des Nations, en el que actuaba y que luego cambió su nombre por el de Théatre Sarah Bernhardt. Hacia principios del siglo XX, fue muy aclamada por sus interpretaciones de la versión francesa de "Hamlet" y en 1901 por "La Aiglon" (El Aguilucho, 1900), escrita para ella por Edmond Rostand.

A la actriz le fue amputada una pierna a la edad de 70 años; sin embargo, se negó a abandonar la escena. Actuó para las tropas en el frente durante la Primera Guerra Mundial y continuó su trabajo hasta su muerte en París, Francia, el 26 de marzo de 1923. Escribió algunas obras de teatro, un trabajo sobre la interpretación (1923) y sus memorias (1907).

Mostró también talento para la pintura y la escultura. Bernhardt fue nombrada en 1914 miembro de la Legión de Honor.