FRITZ LANG Y LA NATURALEZA "TRUCADA"

El segundo de los directores alemanes en importancia es Fritz Lang, su producción cinematográfica inicial fue durante los años de efervescencia impresionista, con sus aportes muy particulares que lo hacen diferente al creado por Robert Wiene.

Lang realiza "Los Nibelungos" basando su argumento directamente en la mitología del pueblo alemán, y sin dejarse influenciar en demasía por la música de Wagner, el expresionismo en esta obra le permite a Lang darle el dramatismo necesario que requería la historia.

"Los Nibelungos" es una película muy larga cuya proyección dura casi tres horas y se divide en dos partes, "Los Nibelungos" y "La venganza de Krimilda", en la cual se trata de reconstruir una época mitológica y fabulosa, tratando de respetarla, no tanto en lo referente a la fidelidad del documento histórico, sino al vestuario, a las costumbres y a la escenografía.

Así que fue necesario rehacer todo el argumento con el fin de que los personajes, sus hazañas, sus luchas y sus pasiones fueran lo más cercano a lo que nosotros pensamos que pudo en realidad ocurrir.

De una manera arbitraria pero excelente se hace esta reconstrucción; aparecen en escena bosques imposibles de hallarlos en la actualidad, con formaciones de árboles alineados en largas filas, frondosos y fuertes, Lang pensaba que la naturaleza al igual que los actores también debía de maquillarse y vestirse , es decir debía reconstruirse en función de las necesidades y exigencias de la acción, muchos de sus críticos llamaron a esto "estilización", sin embargo hoy se comprende perfectamente que no es otra cosa sino la labor de ambientación del elemento natural, al elemento época y costumbres.

Los mismos valores aplica en "Metropolis" cuyo argumento fué escrito por su esposa Thea Von Harbou, y que lo sitúa en un mundo futuro fantástico, con evidentes alusiones a las de la civilización actual. Es esta película la intención de una amonestación a una sociedad que cada día se transforma y se hunde en la pérdida de valores hasta convertir a los hombres en autómatas, donde todo esta en manos de unos cuantos patrones y una infinita cantidad de trabajadores casi esclavos sin conciencia o voluntad, agregados al funcionamiento de las máquinas. Al tema central se le añade una historia sentimental. La película aunque ingenua en muchos sentidos en su tiempo no solo gustó, sino que además impactó de manera muy profunda al público.